La vesícula biliar es una víscera que se encuentra por abajo del hígado, y tiene la función de ser un reservorio de bilis, que es un líquido producido a nivel hepático, y que nos ayuda a digerir la grasa. Cuando ingerimos alimentos, sobre todo, comidas ricas en grasa, se libera una hormona llamada Colecistocinina, que estimula el vaciamiento de la bilis guardada por la vesícula hacia el intestino.
¿Por qué se forman las “piedras en la vesícula”?
Las piedras o cálculos vesiculares pueden formarse porque la bilis del paciente tenga ciertas características que predispongan su cristalización, por ejemplo exceso de colesterol. Y por esa razón el tener una dieta saludable, baja en grasas saturadas disminuye la probabilidad de formación de cálculos vesiculares. El vaciamiento inadecuado de la vesícula también predispone la sedimentación de los componentes biliares y la formación de piedras secundaria.
Una dieta hipercalórica, la diabetes mellitus tipo 2, dislipidemias, hiperinsulinismo, obesidad y síndrome metabólico también se asocian a su formación.
Casos en los que se debe operar los cálculos en la vesícula
Los cálculos vesiculares pueden dar síntomas, que pueden ir desde cólicos moderados, intermitentes, que se autolimitan y que ocurren en respuesta al consumo de grasa; o dolores abdominales de intensidad moderada a severa, que no ceden, y que progresan a una colecistitis aguda.
En ambos casos el tratamiento debe ser quirúrgico, con la extirpación completa de la vesícula y sus piedras. En los casos en los que el paciente no tiene síntomas, la mayoría de cirujanos coincidimos que si el paciente no tiene una contraindicación para realizar el tratamiento quirúrgico programado debe someterse a la cirugía. Esto debido a que hasta el 30% de pacientes asintomáticos con cálculos biliares, pueden debutar con una complicación (pancreatitis, colangitis, colecistitis aguda), y tienen más del 40% de riesgo de desarrollar síntomas a lo largo de su vida desde que se hizo el diagnóstico.
¿Pueden sacarse los cálculos de la vesícula con tratamiento médico?
La respuesta tiene dos partes. Si existen medicamentos que favorecen el vaciamiento vesicular y por lo tanto podrían ayudar a “sacar” los cálculos de la vesícula. Sin embargo no es un tratamiento recomendado, ya que los cálculos que salen de la vesícula llegan a la vía biliar, en donde hay una posibilidad muy alta de obstrucción, lo que puede causar complicaciones graves como la pancreatitis o colangitis.
¿Cómo se hace la cirugía de la vesícula?
El abordaje siempre debe ser laparoscópico salvo algunas pocas excepciones. Se realiza una incisión de 10mm en el ombligo, y dos o tres incisiones de 5 mm por abajo de las costillas del lado derecho. En algunos casos el paciente puede ser candidato a realizar el procedimiento con puertos de trabajo de 3mm. En una cirugía programada, la recuperación, estancia hospitalaria y riesgos de complicaciones son mínimos.
Esto puede cambiar si el procedimiento se realiza de urgencia en casos de colecistitis aguda.
¿Cómo es la recuperación postoperatoria?
Como todos los abordajes mínimamente invasivos. La recuperación es excelente y rápida. En una cirugía programada la hospitalización es entre 12 y 24 horas. Mis pacientes pueden levantarse por sus propios medios a las 6 u 8 horas del procedimiento, y no necesitan uso de analgésicos 3 a 5 días después de la cirugía, y se sienten recuperados por completo entre el 10 y 12 día post-operatorio.
En cirugías de urgencia la estancia hospitalaria se extiende a 2 o 3 días,pero en el resto es muy similar a lacirugía programada.
¿Qué debo recordar?
La clave para evitar complicaciones es consultar con un médico especialista para definir la causa del dolor abdominal. La cirugía laparoscópica debe ser siempre la primer elección para el abordaje quirúrgico.